Propiedades de la manzana
La composición de la manzana es un cóctel extraordinario.

LA FIBRA MÁS SANA
La manzana es rica en pectina, un tipo de fibra soluble que no se absorbe en el intestino. Retiene el agua y se convierte en un gel que actúa como una emulsión que absorbe desechos en el intestino y facilita la eliminación de toxinas con las heces.

ÁCIDOS ORGÁNICOS ÚNICOS
Representan entre el 1% y el 1,5% del peso de la manzana. Estos ácidos producen al metabolizarse un efecto alcalinizante (antiácido) en la sangre y los tejidos (la acidez favorece la inflamación y la aparición de enfermedades como el cáncer). Además, renuevan la flora intestinal, evitan las fermentaciones y actúan como dentífrico natural.

TANINOS Y FLAVONOIDES
La manzana es, después del membrillo, una de las frutas con un mayor contenido en taninos, que son astringentes y antiinflamatorios.
En cuanto a los flavonoides –presentes en muchas frutas y hortalizas– impiden la oxidación del colesterol “malo” LDL, lo que evita que se deposite en las paredes las arterias.

VITAMINAS Y MINERALES
Entre sus vitaminas destaca la C: una manzana puede cubrir el 30% de las necesidades diarias.
Es rica en boro, mineral que interviene en numerosas funciones del organismo. Una de ellas es la de facilitar la asimilación del calcio y el magnesio, por lo que contribuye a prevenir la osteoporosis. La manzana es una de las frutas más ricas en boro.

También aporta algo de vitamina E (0,32 mg/100 g), potasio (140 mg) y fósforo (10 mg), todo ello en pequeña proporción.
Beneficios de la manzana para la salud

Lo que hace de la manzana un auténtico alimento medicina son las sustancias fitoquímicas que contiene, como pectina, ácidos orgánicos, taninos, flavonoides o boro, mineral en el que es campeona.

EFECTO POSITIVO GENERAL
Un detallado estudio realizado por los doctores Boyer y Liu, de la Universidad de Cornell, concluyó que existe una relación entre el consumo de manzanas y un riesgo menor de sufrir enfermedades circulatorias y del corazón, cáncer de pulmón, asma y diabetes.

A todas estas sustancias se deben las propiedades que tradicionalmente se han atribuido a esta sencilla pero prodigiosa fruta:
detiene las diarreas
combate el estreñimiento
depura
baja el colesterol y los triglicéridos en la sangre
estimula el sistema nervioso.

BAJA EL COLESTEROL Y EL AZÚCAR EN LA SANGRE
Para controlar el colesterol se recomienda tomar 3-4 manzanas diarias. Para producir este efecto se combinan las propiedades de la pectina (que absorbe las sales biliares) y los flavonoides (inhiben la agregación plaquetaria, con lo que reduce el riesgo de infarto de miocardio).

Para los diabéticos la manzana es ideal por dos razones: una buena parte de su azúcar está en forma de fructosa, que no precisa de insulina para entrar en las células y, en segundo lugar, la pectina ayuda a regular la liberación de azúcares, lo que permite que su paso a la sangre sea lento y progresivo.